Conócete a ti mismo y conocerás los secretos del universo y los dioses

 

30 de diciembre de 2010

Pensar va contra el sistema

  A usted le preferimos atontado Por Juan Gómez-Jurado
 
¿Es usted inteligente? ¿Tiene el más mínimo sentido común, capacidad crítica o discernimiento? Mal, amigo mío, muy mal. Es usted una rara avis, un apestado, alguien que estorba a los mecanismos del poder y la suave dialéctica del progreso. Le preferimos atontado, observando la pantalla con una de nuestras cenas precocinadas sobre las rodillas.



No nos gustan los listillos. Llevamos más de un siglo medrando despacio, en la sombra, readaptándonos con cada cambio social, extendiendo nuestros tentáculos para acabar con los que son como usted. Fabricamos la idea de la democracia moderna para ocultar el auténtico dominio que nosotros, las grandes empresas, tenemos sobre usted. Les hacemos pasar cada cuatro años por las urnas para alimentar esa fantasía. Creamos y deshacemos los ciclos económicos. En las épocas de prosperidad crecemos saludablemente, y en las de crisis nos inflamos como sanguijuelas a punto de estallar.

Sí, competimos a muerte entre nosotros pero somos ferozmente corporativistas cuando alguien amenaza los mecanismos de nuestro poder. Ministros y gobiernos no son más que asalariados temporeros, instrumentos con los que ejecutar nuestros intereses inmediatos. Les hacemos invadir países para quedarnos con sus recursos o crear leyes opresivas que aseguren nuestros privilegios. Aún se nos escapan algunos reductos de poder. Internet, por ejemplo, es un lugar donde las hormiguitas se juntan para roer nuestros cimientos, pero están muy lejos aún de causarnos auténtico daño. Mientras, nosotros seguimos la batalla por su atontamiento. Ayer apagamos un molesto canal de noticias y lo sustituimos por un confortable Gran Hermano 24 horas . A veces nos gusta subrayar la ironía con metáforas orwellianas, pero claro, al mismo tiempo esperamos que no tenga capacidad de comprenderlas. Y ahora relájese y vuelva a encender la tele, por favor.


  
Nada es como nos lo cuentan por TorontoCosme

8 de diciembre de 2010

Estado de alerta

Este año celebramos el aniversario de la constitución bajo la ley marcial, con los derechos constitucionales en suspenso y obligados a obedecer bajo pena de sedición. Mientras debatimos cuanto debe ganar un controlador o si algunos niños podrán ir a DisneyWorld, se nos olvida quien controla realmente y por que se han tomado medidas tan graves, una demostración de poder absoluto ante los ciudadanos que ha valido las felicitaciones de los que deciden el futuro.


“En un estado totalitario no importa lo que la gente piensa, puesto que el gobierno puede controlarla por la fuerza empleando porras. Pero cuando no se puede controlar a la gente por la fuerza, uno tiene que controlar lo que la gente piensa, y el medio típico para hacerlo es mediante la propaganda (manufactura del consenso, creación de ilusiones necesarias), marginalizando al público en general o reduciéndolo a alguna forma de apatía” NOAM CHOMSKY

Los controladores cayeron en la trampa orquestada por el gobierno, el viernes en reunión pactada provocaron la reacción buscada para desviar la atención y "legitimar" el estado de emergencia. La deuda del estado es de 600.000 millones un fajo de 120Km en billetes de 500 €, la deuda exterior incluyendo bancos, empresas y familias son dos billones mas. El estado prosigue la trasferencia de riqueza a un ritmo de 30.000 millones mensuales (700 € por habitante).
Estamos presenciando la demolición controlada de la independencia de los estados y el traspaso de toda la deuda de los bancos y grandes capitales sobre los ciudadanos.
Un golpe de estado del NWO .


El día 7 comenzó la sublevación bancaria, supongo que muchos habréis visto el video de Cantona tan publicitado por los medios de manipulación (esto es ya de por sí sospechoso).


Por mi parte ya hace años que devolví las tarjetas, no hace falta que seamos radicales solo os pido que toméis un tiempo para informaros de las verdaderas razones de todo lo que esta pasando. Es necesario por que los acontecimientos se van a ir acelerando, el futuro va a ser muy distinto de lo que nos habíamos acostumbrado y nada de lo que acontece es fortuito.
Esto es así por la sencilla razón de que hemos delegado cualquier decisión o responsabilidad en quien nunca nos representara. De lo que decidamos y hagamos los próximos dos años dependerá gravemente nuestro futuro y el de las próximas generaciones así que es hora de que nos olvidemos de nuestra comodidad por que de todas formas esta durará poco, ha llegado el momento en que cada uno debe decidir si quiere implicarse en el bien común, es hora de que empecemos a diseñar y organizar el mundo que deseamos dejar en herencia.
Solo hace falta perder el miedo y traspasar los límites , gritar estoy harto y no lo tolero.





Manifiesto de un controlador:

¿SABÍAS QUE AENA TIENE UN “AGUJERO NEGRO” POR INVERSIONES EN INFRAESTRUCTURAS DE 12.000 MILLONES DE EUROS? (Parece mucho, ¿verdad? Pues son más: son casi 13.000). ¿Sabías que sólo los intereses de esa deuda ya alcanzan los 800.000 euros diarios?

¿Sabías que, antes de la llegada de este gobierno al poder, no sólo no había tenido nunca déficit alguno, sino que siempre había generado grandes beneficios? ¿Sabías que las inversiones en infraestructuras de este gobierno han correspondido a obras adjudicadas siempre a las mismas tres empresas fines al PSOE, una de ellas del ministro Blanco (”Grupo San José”)?

Esto último no creo que extrañe a nadie. Lo que sigue, en cambio, sí que debería preocuparnos (y mucho):

¿SABÍAS QUE, A CONSECUENCIA DEL ABULTADO DÉFICIT, Y POR PRIMERA VEZ EN SU HISTORIA, ESTE AÑO -2010- AENA NO TIENE DINERO PARA PAGAR A SUS ACREEDORES EXTRANJEROS, Y QUE LA BANCA EXTRANJERA PUEDE EJERCER SU DERECHO DE EMBARGO SOBRE NUESTRA RED DE AEROPUERTOS NACIONALES?

¿Sabías que -del montante de la deuda- 9.000 millones fueron financiados por bancos españoles y 3.000 millones directamente por bancos extranjeros; pero que los bancos españoles -para mantener su liquidez- al ver que el montante aumentaba, fueron emitiendo deuda y obligaciones que vendieron en el mercado internacional (lo cual es una práctica habitual en banca)?

¿Sabías que apoderarse de la red de aeropuertos de un país turístico es un negociazo muy apetitoso, y que poderosas corporaciones estadounidenses y del Reino Unido ya han iniciado acciones para asumir la deuda de Aena (so pena de que sus bancos ejerzan apremio de embargo) y quedarse así con la mayor tajada que puedan sacar?

¿Sabías que -probablemente por eso- empresas americanas “de consultores” (como las que trabajan en Irak haciendo el trabajo más sucio) trabajan con Fomento y con Aena (McKinley), y que han diseñado sus “Planes de Actuación”, obligándoles a una hoja de ruta para quedarse con la gestión de nuestros aeropuertos “legalmente”, a cambio de evitar el escándalo público de un embargo internacional que acabaría con este gobierno?

¿Qué seguridades y promesas dio Salgado en secreto en Londres (a los representantes de qué empresas) para que el Financial Times dejase de tildar a España como “país con riesgo de insolvencia”? ¿Te suena ahora a cuál de las más jugosas “insolvencias” se refería? ¿Y por qué precisamente el Reino Unido estaba tan interesado en hacer pública nuestra “insolvencia” (si no nos doblegábamos a las pretensiones de sus empresas sobre nuestro patrimonio, claro)? Por qué crees que -entre otros motivos- tuvo que intervenir el Rey para pedir a las fuerzas políticas un consenso “ante la gravedad de la situación”?

¿Sabías que la red de aeropuertos nacionales es una propiedad pública, patrimonio de todos los españoles, y que ahora (con el “Plan de Privatización”) la vamos a perder? ¿Sabías que nuestros aeropuertos no nos habían costado a los ciudadanos españoles ni un céntimo porque se pagaban en su totalidad con las ganancias de Aena (que, a su vez, provenían de las compañías aéreas que vuelan a -y sobrevuelan- nuestro país)?

¿Sabías que el sueldo de los controladores tampoco le ha costado un céntimo al contribuyente porque se paga en su totalidad también con esas ganancias? ¿Sabías que los propios controladores habían ofrecido a la comisión “negociadora” de Aena, en abril de 2009, reducir sus retribuciones un 25% (y así consta en acta) y Aena lo rechazó “por no considerarlo interesante” (y nueve meses después, el Sr. Blanco se pavonea diciendo que va a bajarles el sueldo un 25%, como si fuese idea suya)?

¿Sabías que el plan de privatización de Fomento incluye a las Comunidades Autónomas, para que -salvo Madrid y Barcelona- se queden con los aeropuertos pequeños (no rentables), que tendrán que ser financiados a partir de ahora con dinero de los contribuyentes (cuando hasta ahora ningún aeropuerto -grande ni pequeño- nos costaba dinero a los contribuyentes)? ¿Sabías que para los grandes aeropuertos rentables el paquete accionarial reservado a las corporaciones locales es ridículamente pequeño (ni siquiera da para satisfacer a los “poderes económicos” locales) y los inversores extranjeros se llevan “la parte del león”?

¿Sabías que Fomento pretende tranquilizar a la opinión pública declarando que conservará “en todo momento” la titularidad de los aeropuertos, cuando tal cosa no sirve a efectos prácticos para nada y lo que hace es perder -total y absolutamente- cualquier capacidad de gestión sobre los mismos, ahora y para siempre?

¿Sabías que el gobierno tiene “intimidado” al Partido Popular en todo este asunto porque la política de fuertes inversiones en infraestructuras comenzó cuando Álvarez Cascos era ministro? ¿Sabías que, en realidad, dicho argumento no tiene ningún peso porque, cuando el PP perdió las elecciones, dejó en Aena las cuentas claras y había superávit contable en Caja? ¿Sabías que el gobierno tiene de su lado a los nacionalistas catalanes en todo este proceso porque les tiene prometida una jugosa parte en el reparto de la “tarta” de El Prat?

¿Sabías que cuando el ministro de Fomento dice que “no tiene nada en contra de los controladores” está diciendo la verdad porque -en realidad- sólo los está utilizando como pantalla de humo para que la opinión pública no se percate de lo que está sucediendo entre bambalinas hasta que sea demasiado tarde? ¿Sabías que, por eso, Aena necesita que los controladores se pongan en huelga o que, cuando menos, parezca que lo están (huelga “encubierta”) para que el foco mediático siga sobre ellos y toda su arriesgada campaña de distracción siga funcionando?
¿Sabías que, por eso, en el departamento de RR.HH. de Aena nos obligan a programar los turnos de los controladores -sobre todo para Semana Santa- intencionadamente mal para que falte personal, o se saturen los sectores, y haya que poner demoras y se cree un caos?

¿Te explicas ahora cómo es posible que al frente de Fomento, en vez de poner a un ingeniero de carrera -que hubiese sido lo normal-, hayan puesto a un hombre sin estudios pero que ha sido durante años el portavoz del PSOE, “ingeniero” de la comunicación, experto en ocultar y manipular información a su conveniencia, maestro en campañas de prensa, en campañas de difamación, en campañas de “acoso y derribo” mediático?

Ya sé que todo esto te puede parecer uno de esos típicos mensajes “en cadena”, pero comprenderás que en realidad la situación es mucho más seria:

Si no lo reenvías a todas aquellas personas que -a tu juicio- deberían conocer esta información, es que te importa un bledo el futuro de tu país..
Si no lo reenvías a todas aquellas personas a las que quieres, es que no te importa que -sin necesidad alguna- nosotros (y nuestros hijos) vivamos en un país aún más esclavizado por los intereses extranjeros.
Si no lo reenvías, nunca faltará un millonario, inglés o americano (en las Bahamas o en su mansión de la “City”), riéndose cada vez que se acuerde de lo listo que fue al apoderarse, con un potente paquete de acciones, de los rentables aeropuertos de un país de los “PIGS”, gracias a que la opinión pública de ese país estaba manipulada y aborregada.

Ah, por cierto: ya lo hizo Angela Merkel en su día, ahora lo acaba de anunciar el Reino Unido: suben el IVA (al 19% y al 20%) para “hacer frente al déficit público”. Si el Estado va a tener que pagar los aeropuertos “no rentables” (mientras los inmensos beneficios que generan los rentables van a parar a manos privadas), ¿cuánto crees que falta para que nos suban el IVA a nosotros también?

PARA NUESTRA PRINCIPAL INDUSTRIA NACIONAL, EL TURISMO, LA RED DE AEROPUERTOS ES UN SECTOR ESTRATÉGICO DE INTERÉS NACIONAL: EN NINGÚN CASO DEBERÁ PERMITIRSE QUE LA CONTROLEN INTERESES PRIVADOS. ¡MENOS AÚN, INTERESES EXTRANJEROS! Si el turismo es cosa de todos los españoles, nuestros aeropuertos también.

USCA (Unión Sindical de Controladores Aéreos)
Delegación Torre de Control Palma de Mallorca
José Teófilo Guerrero Pozo

2 de diciembre de 2010

Estoy harto y no lo tolero

Estoy harto de que nos sigan tomando por estúpidos, que utilicen y manipulen todo movimiento participativo, destruyendo cualquier aspiración de solidaridad. Como hicieron con el ecologismo, lo que valió a Al Gore el Nobel por hacer del humo un valor comercial.

Y no tolero que intenten apropiarse del movimiento por la verdad, porque hay que estar borracho para tragarse el timo del Wikileches y en tal caso prefiero el WhiskyDic. Ahora que ante la incertidumbre la gente deja de creer en el periodismo ficción (esta mañana se le escapo a Herrera), cuando mas del 70% de los americanos dudan de la versión oficial del 11$, aprovecha la (CIA+mossad=Al-Qaeda) y monta su propia agencia de noticias discretas dejando eso si la puerta abierta a colaboraciones con el viejo truco de "yo te enseño mi cosita y cuando te desnudes te la meto", quien mejor para esa labor que el oscuro Assange y encima si lo denuncian por acoso lo convierten en mártir de la humanidad. = 0

Joder nos toman por gilipollas, después del fracaso de la gripe cerda, se complacen en conmemorar otras pandemias que si les funcionaron, y de paso nos inyectan la jodida conciencia de luchar con resultado inútil. Solo faltaría que nos montasen un "Partido Anarquista" para aprovechar y seguir dirigiendo nuestra decepción.

Porque no aguanto que nos sigan tratando como borregos, ni "elegir" cada cuatro años al cabrón del cencerro. Porque sé que realmente estamos gobernados por poderosas corporaciones dueñas de todos los medios de comunicación, que utilizan para evitar que lleguemos a pensar independientemente. Inyectándonos su versión psicópata de la realidad, habituándonos desde la infancia a tolerar la indignidad como algo normal y lejano.

Y lo realmente intolerable es que todo lo han logrado gracias a nuestro consentimiento y conformidad, por delegar todas nuestras responsabilidades, por permitir que nos traten como ganado y no involucrarnos en nuestra educación y la de nuestros hijos. Por evitar pensar y preferir no destacar. Por no apagar la televisión.

Por vendernos por un dinero que fabrican y controlan ellos, un dinero que ya no esta basado en oro o en ninguna riqueza material, solo existe en virtud del débito creado por la gracia de los bancos (dinero fiat).
Por permitir que el flujo de este dinero sea controlado en esclusividad por una corporación bancaria denominada Banco Central que solo responde a los oscuros intereses de sus auténticos dueños.
Por vivir en el mundo de las maravillas creado por un dinero tan artificial como la actual crisis económica que esconde una muy real crisis de civilización.

Estoy harto de vivir con miedo, de aceptar que me gobiernen, de conformarme con el futuro que otros deciden, de consentir con el desmantelamiento de cada derecho y libertad que tanto sufrimiento costo a nuestros antepasados. Incluyendo los estados nación, la familia y cualquier sistema organizativo que procure independencia ante su globalización, nuevo orden mundial, gobernanza, moneda única o como quieran llamarlo.

Llegó el tiempo en que los psicópatas que gobiernan el mundo, en su prepotencia y miedo a los hombres, llevan demasiado lejos su criminal labor de sometimiento. Al destruir toda sensación de seguridad y eliminar cualquier vestigio de libertad, robando la última riqueza e independencia, ahogándonos con leyes y corrupción, coaccionando con reglas impuestas hasta que la justicia deja de existir.

Para aquellos que no les queda otro camino a seguir, ni nada que perder. Es el tiempo en que la mente se libera, es la hora en que los hombres pierden el miedo a morir. En ese momento el hombre se vuelve invencible, es libre de hacer lo que debe hacer sin temer por su vida o por su futuro. Cualquier acción que tome la hará con la seguridad de que tiene que hacer algo, porque no tiene futuro. Entonces el acto que elija será de todos el más grande.

Llega la revolución.

31 de agosto de 2010

Nada es casual

“Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa. Azar no es más que el nombre que se da a una ley desconocida". 
EL KYBALION



Nada escapa al principio de causa y efecto, vivimos en una realidad que origina elementos nuevos y también vivimos inmersos en sus efectos. No existe en la naturaleza nada que se genere de forma espontánea. Tampoco existe el azar.
- En lo que atañe a nosotros el principio siempre está en nuestra mente. Las consecuencias dependen del grado de conciencia. A mayor grado de inconciencia mayor grado de imprevisibilidad en las consecuencias.
- Cambiar el destino es cambiar los pensamientos y sus emociones añadidas.
e.

17 de junio de 2010

La Mafia Médica

"La Mafia Médica" es el título del libro que le costó a la doctora Ghislaine Lanctot su expulsión del colegio de médicos y la retirada de su licencia para ejercer medicina, después de 25 años de ejercer como medica.

La autora, habla sobre todos los miedos y mentiras mal infundadas por quienes tienen el poder y que no tienen escrúpulos cuando de dinero se trata; comprometiendo nuestra salud y nuestra capacidad de autorregulación natural, volviéndonos manipulables y completamente dependientes del sistema de la salud a nivel mundial.
El libro nos muestra la verdadera naturaleza de las enfermedades, explica cómo las grandes empresas farmacéuticas controlan no sólo la investigación sino también la docencia médica, y cómo se ha creado un Sistema Sanitario basado en la enfermedad en lugar de en la salud, que hace crónica las enfermedades y mantiene a los ciudadanos ignorantes.

MEDICINA SIGNIFICA NEGOCIO
Como médico había participado en muchos congresos internacionales, en algunos como ponente, y me di cuenta de que todas las presentaciones y ponencias que aparecen en tales eventos están controladas y requieren obligatoriamente ser aceptadas por el 'comité científico' organizador del congreso.
¿Y quién designa a ese comité científico?
Quien financia el evento, generalmente es la industria farmacéutica.
Sí, hoy son, las multinacionales las que deciden, hasta qué se enseña a los futuros médicos en las facultades, qué se publica y que debe exponerse en los congresos de medicina. El control es absoluto lo tienen ellos.

¿Y cómo ganar más?
Pues haciendo que la gente padezca enfermedades ya que las personas sanas no generan ingresos.
La estrategia consiste, en suma; tener enfermos crónicos que tengan que consumir todo tipo de productos paliativos, es decir, que solo ayudan a tratar los síntomas; medicamentos para aliviar el dolor, bajar la fiebre, disminuir la inflamación... pero nunca fármacos que puedan resolver una enfermedad por completo. Eso no es rentable, Eso no interesa.
La medicina actual está concebida para que la gente permanezca enferma el mayor tiempo posible y compre fármacos; si es posible, para toda su vida.

La Medicina hoy sigue estando controlada también por las compañías de seguros médicos, ya sean públicos o privados.
Es más, la mayoría de los seguros, determinan incluso el precio de cada tratamiento y las terapias que se van a practicar.

UN SISTEMA DE ENFERMEDAD
El llamado sistema sanitario es en realidad un sistema de enfermedad.
Se practica una medicina que sólo reconoce la existencia del cuerpo físico y no toma en cuenta ni el espíritu, ni la mente, ni las emociones de cada individuo. Y que además trata sólo el síntoma y no la causa o raíz del problema.
Se trata de un sistema que mantiene al paciente en la ignorancia y la dependencia, y al cual se estimula para que consuma fármacos de todo tipo,
en suma, es una auténtica mafia médica, de un sistema que crea enfermedades por dinero y por poder.

¿Como funciona?
El médico de manera inconciente, es la correa de transmisión de la gran industria. Durante los 5 a 10 años que pasa en la Facultad de Medicina el sistema se encarga de inculcarle unos determinados conocimientos y de cerrarle los ojos a otras posibilidades.
Posteriormente, en los hospitales y congresos médicos, se les refuerzan las ideas contradictorias a sus intereses, de que la función del médico es curar y salvar vidas, de que la enfermedad y la muerte son fracasos que deben evitarse a toda costa, y de que la enseñanza recibida es la única válida.
La medicina oficial, la 'científica', no puede permitir que existan otras formas de curar que no sean serviles a sus interese y que pongan en riesgo al sistema.

El sistema si ha logrado gran éxito, en lo que a cirugía se refiere, los antibióticos y algunas pocas cosas más, como los modernos medios de diagnóstico, que si han dado grandes resultados para mejorar la calidad de vida de los pacientes, pero no eliminan del todo el origen del problema que presenta el paciente, y que tarde o temprano resurge.

La medicina científica está enormemente limitada porque se basa en la física materialista de Newton: tal efecto obedece a tal causa. Y, por ende, tal síntoma precede a tal enfermedad y requiere tal tratamiento.
Se trata de una medicina que además sólo reconoce lo que se ve, se toca o se mide y niega toda conexión entre las emociones, el pensamiento, la conciencia y el estado de salud del cuerpo físico. Y cuando se la importuna con algún problema de ese tipo, le cuelga la etiqueta de 'enfermedad psicosomática' y envía al paciente a casa, tras recetarle pastillas para los nervios.

Por otro lado, las medicinas suaves son una mejor opción porque tratan al paciente de forma holística, es decir, de manera integral y le ayudan a sanar... pero no todas curan del todo. Cualquiera de las llamadas medicinas alternativas constituyen una gran ayuda sobre todo cuando son complementarias entre si.

El verdadero médico es uno mismo. Y cuando uno es consciente de su soberanía sobre su propia salud, al volverse completamente responsable de ella, cada vez mas, dejara de necesitar recurrir al medico.
El enfermo es el único que realmente puede curarse por completo. Nadie puede hacerlo en su lugar.
La cuestión es que el sistema trabaja para que olvidemos nuestra condición de seres soberanos y nos convirtamos en seres sumisos y dependientes.
En nuestras manos está, pues, romper esa esclavitud, dejando de ser ignorantes.

Causas por las que permitimos estos abusos
¿Por qué las autoridades políticas, médicas, mediáticas y económicas lo permiten?
¿Por qué los gobiernos no acaban con este sistema de enfermedad, que por otra parte es costosísimo?
Si un Gobierno se niega a acabar con un sistema que arruina y mata a sus ciudadanos es porque forma parte de él, porque forma parte de los grandes intereses creados en torno al poder económico mundial.

Los que integran la gran mafia médica son, a diferentes escalas y con distintas implicaciones, por supuesto; la industria farmacéutica, las autoridades políticas, los grandes laboratorios, los hospitales, las compañías aseguradoras, los colegios de médicos, los propios médicos, la Organización Mundial de la Salud (OMS),el Ministerio de Sanidad de la ONU, y, por supuesto, el banco mundial.

La OMS es la mafia de las mafias; está completamente controlada por fines lucrativos. La OMS es la organización que establece los criterios y normas internacionales de práctica médica, la 'política de enfermedad' en todos los países.
Todo el mundo tiene que obedecer ciegamente las directrices de la OMS. De hecho, desde 1977, con la Declaración de Alma Ata, nadie puede escapar de su control.

Así se despojo a los países de su soberanía en materia de salud, para transferirla a un gobierno mundial no elegido cuyo 'ministerio de salud' es la OMS.
Desde entonces 'derecho a la salud' significa 'derecho a la medicación'.
Así es como se han impuesto las vacunas y los medicamentos a toda la población del globo.

¿Quién va a osar dudar de las buenas intenciones de la Organización Mundial de la Salud?
Sin embargo, hay que preguntarse quién controla a su vez esa organización a través de la ONU: el poder económico.

Las organizaciones humanitarias también dependen de la ONU, es decir, del dinero de las subvenciones. Y, por tanto, sus actividades están igualmente controladas. Muchas organizaciones creen que sirven altruistamente a la gente, pero en realidad solo cumplen con 
fines económicos y políticos. Afortunadamente hoy, en ese sentido, muchas otras organizaciones si están cambiando las cosas para el beneficio de la población mundial.

Es una mafia sumamente poderosa.
Ha eliminado toda competencia. Hoy en día a los investigadores se les 'orienta'. Los disidentes son maniatados y reducidos al silencio, a los médicos 'alternativos' se les tilda de locos, se les retira la licencia, o simplemente no son reconocidos por el sistema, limitándolos en su campo de trabajo.
Muchos de los productos de medicina natural o alternativa rentables, han caído igualmente en manos de las multinacionales gracias a las normativas de la OMS y a las patentes de la Organización Mundial del Comercio.

Las autoridades y sus medios de comunicación social se ocupan de alimentar entre la población, el miedo a la enfermedad, a la vejez y a la muerte.
De hecho, la obsesión por vivir más o, simplemente, por sobrevivir, ha hecho prosperar incluso el tráfico internacional de órganos, sangre y embriones humanos. Y en muchas clínicas de fertilización en realidad se 'fabrican' multitud de embriones que luego se almacenan para ser utilizados en cosmética, en tratamientos rejuvenecedores, etc.

VACUNAS
En la mayoría de los países, los niños reciben absurdamente hasta 15 vacunas antes de ir a la escuela. Y así, cada miembro de la familia tiene ya su pastillita: el padre, la Viagra; la madre, el Prozac; el niño, el Ritalin. Y todo esto, ¿para qué?
Porque el resultado es conocido: los costes sanitarios suben y suben, desgraciadamente la gente sigue enfermando y muriendo.

Las autoridades mienten cuando dicen que las vacunas nos protegen, mienten cuando dicen que el sida es contagioso y mienten cuando dicen que el cáncer es un mal incurable.
Cada vez se confirma mas, que algunas son ineficaces y otras inútiles; a veces, hasta peligrosas. Yo mantengo todas mis afirmaciones. La única inmunidad auténtica es la natural y ésa la desarrolla el 90% de la población antes de los 15 años.
Es más, las vacunas artificiales desequilibran y trastornan por completo el desarrollo de las primeras defensas del organismo.

Que las vacunas tienen riesgos es algo muy evidente; a pesar de lo cual se oculta. Por ejemplo, una vacuna puede provocar la misma enfermedad para la que se pone. ¿Por qué no se advierte? También se oculta que la persona vacunada puede transmitir la enfermedad aunque no esté enferma.
Así mismo, no se dice que la vacuna puede sensibilizar a la persona frente a la enfermedad. Aunque lo más grave es que se oculte la inutilidad constatada de ciertas vacunas.

Las vacunas de enfermedades como la tuberculosis y el tétanos, son vacunas que no confieren ninguna inmunidad; la rubéola, de la que el 90% de las mujeres están protegidas de modo natural; la difteria, que durante las mayores epidemias sólo alcanzaba al 7% de los niños a pesar de lo cual hoy se vacuna a todos; la gripe y la hepatitis B, cuyos virus se hacen rápidamente resistentes a los anticuerpos de las vacunas.

¿Peligrosas? 
Las innumerables complicaciones que causan las vacunas, desde trastornos menores hasta la muerte, están suficientemente documentadas; por ejemplo, la muerte súbita del lactante.
Por eso hay ya numerosas protestas de especialistas en la materia y son miles las demandas judiciales que se han interpuesto en contra de los fabricantes. Por otra parte, cuando se examinan las consecuencias de los programas de vacunaciones masivas se extraen conclusiones esclarecedoras.

Por otro lado, las vacunas son caras y le suponen a los gobiernos un gasto de miles de millones de dólares al año. Por tanto, el único beneficio evidente y seguro de las vacunas... es el que obtiene la industria farmacéutica.
Además, la vacunación estimula el sistema inmune del cuerpo físico de las personas, pero, la vacunación repetidamente, logra que el sistema inmunológico se agote. Por tanto, la vacuna repetida puede hacer, por ejemplo, estallar el “síndrome de la Inmunodeficiencia silenciosa” y garantizar un 'mercado de la enfermedad' perpetuamente floreciente.

Más datos:
La vacunación incita a la dependencia médica y refuerza la creencia de que nuestro sistema inmune es ineficaz.
Aunque lo más horrible es que la vacunación facilita los genocidios selectivos pues permite liquidar a personas de cierta raza, de cierto grupo, de cierta región... Sirve como experimentación para probar nuevos productos sobre un amplio muestrario de la población y es un arma biológica potentísima al servicio de la guerra biológica porque permite
intervenir en el patrimonio genético hereditario de quien se quiera.

Otras grandes mentiras que ultrajan la existencia del Ser Humano
Investigaciones de médicos eminentes, indican que el VIH fue creado mientras se hacían ensayos de vacunación contra la hepatitis B en grupos de homosexuales. Y todo indica que el continente africano fue contaminado del mismo modo durante campañas de vacunación contra la viruela. Claro que otros investigadores van más lejos aún y afirman que el virus del sida fue cultivado como arma biológica y después deliberadamente propagado mediante la vacunación de grupos de población que se querían exterminar.

El Congreso sobre SIDA celebrado en Copenhague en mayo de 1992 los 'supervivientes del sida' afirmaron que la solución entonces propuesta por la medicina científica para combatir el VIH, el AZT, es absolutamente ineficaz. Hoy eso está fuera de toda duda. Pues bien, yo afirmo que se puede sobrevivir al sida... pero no al AZT.
Este medicamento es más mortal que la enfermedad misma. El simple sentido común permite entender que no es con fármacos inmuno depresores como se refuerza el sistema inmunitario. El sida se ha convertido en otro gran negocio. Por tanto, se promociona ampliamente combatirlo porque ello da mucho dinero a la industria farmacéutica. Es así de simple.

El llamado cáncer, es decir, la masiva proliferación anómala de células, es algo tan habitual que todos lo padecemos varias veces a lo largo de nuestra vida.
Sólo que cuando eso sucede el sistema inmunitario actúa y destruye las células cancerígenas. El problema surge cuando nuestro sistema inmunológico está débil y no puede eliminarlas, aunado a la presencia de bacterias y parásitos que generan el ambiente perfecto para que estas se proliferen mucho mas rápido, así como también la cantidad excesiva de químicos tóxicos que se encuentran en los alimentos y el medio ambiente; y por supuesto el estrés. Entonces el conjunto de células cancerosas acaba creciendo y formando un tumor.

Cuando se descubre un tumor se le ofrece de inmediato al paciente, con el pretexto de ayudarle, que elija entre estas tres posibilidades o 'formas de tortura': amputarle (cirugía), quemarle (radioterapia) o envenenarle (quimioterapia). Ocultándosele que hay remedios alternativos eficaces, inocuos y baratos. Y después de cuatro décadas de 'lucha intensiva' contra el cáncer, ¿cuál es la situación en los propios países industrializados? Que la tasa de mortalidad por cáncer ha aumentado.

Ese simple hecho pone en evidencia el fracaso de su prevención y de su tratamiento.
Se han despilfarrado miles de millones de dólares, y tanto el número de enfermos como de muertos sigue creciendo.
Hoy sabemos a quién beneficia esta situación.
¿Como sabemos quién la ha creado y quién la sostiene?.
En el caso de la guerra todos sabemos que ésta beneficia sobre todo a los fabricantes y traficantes de armas.
Bueno, pues en medicina quienes se benefician son los fabricantes y traficantes del 'armamento contra el cáncer'; es decir, quienes están detrás de la quimioterapia, la radioterapia, la cirugía y toda la industria hospitalaria.

UNA NECESIDAD EVOLUTIVA
Creo que la conciencia de las personas se está elevando cada vez mas.
La información que antes se ocultaba ahora es pública: el médico alemán Ryke Geerd Hamer entre muchos otros, ha demostrado que todas las enfermedades son psicosomáticas por lo que, las medicinas no agresivas y no invasivas, ganan cada vez mas popularidad.

La mafia médica se desplomará como un castillo de naipes cuando un 5% de la población pierda su confianza en ella. Basta que ese porcentaje de la población mundial sea consciente y este conectado con su propia responsabilidad. Entonces decidirá escapar de la esclavitud a la que le tiene sometida la mafia y el sistema actual se derrumbará.

La gente tiene miedo al cambio, tiene miedo a soltar su zona de confort, tiene miedo de cuestionar a sus gobiernos, por eso se permite ser ignorante cuando de su vida se trata, es mas fácil poner su vida en manos de un doctor, un gobierno o una religión y luego tener a quien culpar si todo sale mal. O en su caso asumirlo como un castigo.

Evitar la enfermedad es responsabilidad de todos,
informarse, cambiar malos hábitos y dañinos, darse la oportunidad de conocer otros métodos alternativos, mucho mas eficientes y eficaces , poner en practica y tomar los beneficios de todas las herramientas disponibles hoy, en cuanto a llevar una vida integralmente saludable, como han sugerido siempre, las grandes culturas antiguas de todos los pueblos que habitamos este planeta.

Entonces, la pregunta clave es, ¿seguirá dependiendo de unos cuantos o depende de todos nosotros?
El gran paso es decir no a la autoridad exterior, mal manejada a través de omitir la verdad y la naturaleza de las enfermedades, como lo han hecho hasta ahora; y decir, SI, a nuestra autoridad interior, que cada vez puede estar mejor documentada e informada para adoptar criterios que realmente si apoyen la vida.

Shiné

Sidageist por TorontoCosme




Alfredo Embid, coordinador de la Asociación de Medicinas Complementarias. Madrid, 2008 http://replantearsida.blogspot.com/




Entrevista al Dr.Hamer

4 de abril de 2010

Keny Arkana

"Somos una rabia que se desarrolla en los callejones del mundo. Somos jóvenes, en corazón y espíritu, habitados por un deseo de transformar nuestra condición. Somos ciudadanos que exasperados vemos nuestros derechos y libertades amenazados por una globalización que nos encarcela en una prisión a cielo abierto. Hemos decidido unirnos para poder luchar humildemente. Somos un movimiento que se difunde de boca a oído, como un rumor circulando en nuestras vidas. Somos una unidad indivisible a través de los siglos. Somos unas gentes libres, en pie, con el puño alzado. Queremos desarrollar la consciencia y la información crítica y libre. Somos gente común que ya no cree en los políticos, pero que quiere restaurar un sentido a la palabra 'política'. A veces nos sentimos aislados, dejados atrás y puestos al márgen de la sociedad, excluídos y no escuchados; nosotros no encajamos en el molde. Y sin embargo, somos una red de ciudadanos del mundo, intercambiamos nuestras ideas, nuestras experiencias y nuestras alternativas, fuera de los partidos políticos o la influencia de los grupos de presión.

Provenimos de horizontes diferentes, de culturas y mestizajes distintos. Venimos de callejones oscuros, de grandes edificios, donde el horizonte está hecho de hormigón, sin espacios verdes. Somos mediterráneos. Resistencia en las montañas de los Alpes. Venimos de Bretaña. Viajamos al Tíbet y a las montañas del Himalaya, fuente del Ganges. Venimos de la América del Sur, de la Argentina, país de piqueteros. Venimos de las altas mesetas etíopes, del África y de las Islas del Caribe. Somos de la Tierra, a la que damos la bienvenida. Somos los hijos de la Tierra que sufre, y sufrimos con ella; que grita, y nosotros gritamos con ella; que se rebela, y nosotros nos rebelamos con ella.

Así pues, dijimos, ¡Basta!. Estamos luchando contra la dictadura del capitalismo, el liberalismo, y el juego de los poderosos. Luchamos contra todas las formas de opresión del hombre y su entorno. Denunciamos la manipulación y las conspiraciones. No queremos seguir siendo espectadores de un mundo que no nos satisface. Estamos luchando contra todas las formas de polución que nos están envenenando. Estamos contra el poder, innecesario y destructivo, que ejercen algunos para el infortunio de todos. Estamos contra la exclusión, la represión, y la discriminación. Estamos contra la dictadura, y contra la democracia de las élites.

Estamos por la concienciación y el despertar de nuestros hermanos y hermanas. Estamos por la auto-defensa, y por el colapso final del gobierno. Queremos vivir libres. En pie por la supervivencia de la especie humana, y de las especies vivas. Estamos por la paz y por la autogestión en nuestro entorno. Hemos de tomar nuestros derechos, y estamos por el poder de actuación de la democracia: el poder es del pueblo y no se le puede confiscar. Estamos por el cambio en la organización del mundo. Hemos de descubrir la riqueza de cada uno, y beneficiarnos de nuestras distintas cualidades. Cada uno de nosotros es una estrella que brilla y tiende a maravillar al mundo. Somos actores de la transformación social, actuamos local y pensamos global, y queremos aprender humildemente todo aquello que podamos transmitir a las gentes del mundo : sus luchas, sus tradiciones ancestrales, sus vidas. Pertenecemos a un linaje que se remonta a la noche de los tiempos, y no podemos olvidar. Nuestras mentes se encuentran abiertas al mundo, enriquecidas por todos, conscientes de las luchas históricas.

Consagramos la plaza pública mediante conciertos, medios de comunicación libres, espacios abiertos, manifestaciones, bloqueos de lugares simbólicos... caminamos hacia mujeres y hombres mejores, despiert@s, emancipad@s, fortalecid@s mediante relaciones humanas basadas en compartir, en la confianza, la cooperación, el intercambio, el gozo. Nuestra inspiración viene de nuestros niños y es nuestra fuerza y confianza. Nuestra inspiración viene del revolucionario, zapatista, sankarista, guevarista,... Avanzamos hacia una mayor justicia. Caminamos para hacer que las utopías se manifiesten en nuestra forma de vida. Estamos en un camino, y avanzamos libremente. Nos movemos hacia la autonomía de cada individuo, para compartir mejor colectivamente. Vamos hacia una gozosa disminución en el consumo. Somos la rabia del pueblo, una rabia positiva y unificadora que porta cambio y esperanza." KENY ARKANA

La Rabia



Hijos del 5º Sol

3 de abril de 2010

Condicionamiento del sueño

"La realidad es una ilusión muy persistente." EINSTEIN
"Es fácil vivir con los ojos cerrados, interpretando mal todo lo que se ve..."  JOHN LENNON 

- La domesticación y el sueño del planeta
Extracto de Los cuatro acuerdos de Miguel Ruiz

  Lo que ves y escuchas ahora mismo no es más que un sueño. En este mismo momento estás soñando. Sueñas con el cerebro despierto.

Soñar es la función principal de la mente, y la mente sueña veinticuatro horas al día. Sueña cuando el cerebro está despierto y también cuando está dormido. La diferencia estriba en que, cuando el cerebro está despierto, hay un marco material que nos hace percibir las cosas de una forma lineal. Cuando dormimos no tenemos ese marco, y el sueño tiende a cambiar constantemente.
Los seres humanos soñamos todo el tiempo. Antes de que naciésemos, aquellos que nos precedieron crearon un enorme sueño externo que llamaremos el sueño de la sociedad o el sueño del planeta. El sueño del planeta es el sueño colectivo hecho de miles de millones de sueños más pequeños, de sueños personales que, unidos, crean un sueño de una familia, un sueño de una comunidad, un sueño de una ciudad, un sueño de un país, y finalmente, un sueño de toda la humanidad. El sueño del planeta incluye todas las reglas de la sociedad, sus creencias, sus leyes, sus religiones, sus diferentes culturas y maneras de ser, sus gobiernos, sus escuelas, sus acontecimientos sociales y sus celebraciones. Nacemos con la capacidad de aprender a soñar, y los seres humanos que nos preceden nos enseñan a soñar de la forma en que lo hace la sociedad. El sueño externo tiene tantas reglas que, cuando nace un niño, captamos su atención para introducir estas reglas en su mente. El sueño externo utiliza a mamá y papá, la escuela y la religión para enseñarnos a soñar. La atención es la capacidad que tenemos de discernir y centrarnos en aquello que queremos percibir. Percibimos millones de cosas simultáneamente, pero utilizamos nuestra atención para retener en el primer plano de nuestra mente lo que nos interesa. Los adultos que nos rodeaban captaron nuestra atención y, por medio de la repetición, introdujeron información en nuestra mente. Así es como aprendimos todo lo que sabemos.
Utilizando nuestra atención aprendimos una realidad completa, un sueño completo. Aprendimos cómo comportarnos en sociedad: qué creer y qué no creer; qué es aceptable y qué no lo es; qué es bueno y qué es malo; qué es bello y qué es feo; qué es correcto y qué es incorrecto. Ya estaba todo allí: todo el conocimiento, todos los conceptos y todas las reglas sobre la manera de comportarse en el mundo. Cuando íbamos al colegio, nos sentábamos en una silla pequeña y prestábamos atención a lo que el maestro nos enseñaba. Cuando Íbamos a la iglesia, prestábamos atención a lo que el sacerdote o el pastor nos decía. La misma dinámica funcionaba con mamá y papá, y con nuestros hermanos y hermanas. Todos intentaban captar nuestra atención. También aprendimos a captar la atención de otros seres humanos y desarrollamos una necesidad de atención que siempre acaba siendo muy competitiva. Los niños compiten por la atención de sus padres, sus profesores, sus amigos: «¡Mírame! ¡Mira lo que hago! ¡Eh, que estoy aquí!».
La necesidad de atención se vuelve muy fuerte y continúa en la edad adulta. El sueño externo capta nuestra atención y nos enseña qué creer, empezando por la lengua que hablamos. El lenguaje es el código que utilizamos los seres humanos para comprendernos y comunicarnos. Cada letra, cada palabra de cada lengua, es un acuerdo. Llamamos a esto una página de un libro; la palabra página es un acuerdo que comprendemos. Una vez entendemos el código, nuestra atención queda atrapada y la energía se transfiere de una persona a otra. Tú no escogiste tu lengua, ni tu religión ni tus valores morales: ya estaban ahí antes de que nacieras. Nunca tuvimos la oportunidad de elegir qué creer y qué no creer. Nunca escogimos ni el más insignificante de estos acuerdos. Ni siquiera elegimos nuestro propio nombre. De niños no tuvimos la oportunidad de escoger nuestras creencias, pero estuvimos de acuerdo con la información que otros seres humanos nos transmitieron del sueño del planeta. La única forma de almacenar información es por acuerdo. El sueño externo capta nuestra atención, pero si no estamos de acuerdo, no almacenaremos esa información. Tan pronto como estamos de acuerdo con algo, nos lo creemos, y a eso lo llamamos «fe». Tener fe es creer incondicionalmente. Así es como aprendimos cuando éramos niños. Los niños creen todo lo que dicen los adultos. Estábamos de acuerdo con ellos, y nuestra fe era tan fuerte, que el sistema de creencias que se nos había transmitido controlaba totalmente el sueño de nuestra vida. No escogimos estas creencias, y aunque quizá nos rebelamos contra ellas, no éramos lo bastante fuertes para que nuestra rebelión triunfase. El resultado es que nos rendimos a las creencias mediante nuestro acuerdo.
Llamo a este proceso «la domesticación de los seres humanos». A través de esta domesticación aprendemos a vivir y a soñar. En la domesticación humana, la información del sueño externo se transfiere al sueño interno y crea todo nuestro sistema de creencias. En primer lugar, al niño se le enseña el nombre de las cosas: mamá, papá, leche, botella... Día a día, en casa, en la escuela, en la iglesia y desde la televisión, nos dicen cómo hemos de vivir, qué tipo de comportamiento es aceptable. El sueño extremo nos enseña cómo ser seres humanos. Tenemos todo un concepto de lo que es una «mujer» y de lo que es un «hombre».
Y también aprendemos a juzgar: Nos juzgamos a nosotros mismos, juzgamos a otras personas, juzgamos a nuestros vecinos... Domesticamos a los niños de la misma manera en que domesticamos a un perro, un gato o cualquier otro animal. Para enseñar a un perro, lo castigamos y lo recompensamos. Adiestramos a nuestros niños, a quienes tanto queremos, de la misma forma en que adiestramos a cualquier animal doméstico: con un sistema de premios y castigos. Nos decían: «Eres un niño bueno», o: «Eres una niña buena», cuando hacíamos lo que mamá y papá querían que hiciéramos. Cuando no lo hacíamos, éramos «una niña mala» o «un niño malo». Cuando no acatábamos las reglas, nos castigaban; cuando las cumplíamos, nos premiaban. Nos castigaban y nos premiaban muchas veces al día. Pronto empezamos a tener miedo de ser castigados y también de no recibir la recompensa, es decir, la atención de nuestros padres o de otras personas como hermanos, profesores y amigos. Con el tiempo desarrollamos la necesidad de captar la atención de los demás para conseguir nuestra recompensa.
Cuando recibíamos el premio nos sentíamos bien, y por ello, continuamos haciendo lo que los demás querían que hiciéramos. Debido a ese miedo a ser castigados y a no recibir la recompensa, empezamos a fingir que éramos lo que no éramos, con el único fin de complacer a los demás, de ser lo bastante buenos para otras personas. Empezamos a actuar para intentar complacer a mamá y a papá, a los profesores y a la iglesia. Fingimos ser lo que no éramos porque nos daba miedo que nos rechazaran. El miedo a ser rechazados se convirtió en el miedo a no ser lo bastante buenos. Al final, acabamos siendo alguien que no éramos. Nos convertimos en una copia de las creencias de mamá, las creencias de papá, las creencias de la sociedad y las creencias de la religión. En el proceso de domesticación, perdimos todas nuestras tendencias naturales. Y cuando fuimos lo bastante mayores para que nuestra mente lo comprendiera, aprendimos a decir que no. El adulto decía: «No hagas esto y no hagas lo otro». Nosotros nos rebelábamos y respondíamos: «¡No!». Nos rebelábamos para defender nuestra libertad. Queríamos ser nosotros mismos, pero éramos muy pequeños y los adultos eran grandes y fuertes. Después de cierto tiempo, empezamos a sentir miedo porque sabíamos que cada vez que hiciéramos algo incorrecto recibiríamos un castigo.
La domesticación es tan poderosa que, en un determinado momento de nuestra vida, ya no necesitamos que nadie nos domestique. No necesitamos que mamá o papá, la escuela o la iglesia nos domestiquen. Estamos tan bien entrenados que somos nuestro propio domador. Somos unos animales auto-domesticados. Ahora nos domesticamos a nosotros mismos según el sistema de creencias que nos transmitieron y utilizando el mismo sistema de castigo y recompensa. Nos castigamos a nosotros mismos cuando no seguimos las reglas de nuestro sistema de creencias; nos premiamos cuando somos «un niño bueno» o «una niña buena».
Nuestro sistema de creencias es como el Libro de la Ley que gobierna nuestra mente. No es cuestionable; cualquier cosa que esté en ese Libro de la Ley es nuestra verdad. Basamos todos nuestros juicios en él, aún cuando vayan en contra de nuestra propia naturaleza interior. Durante el proceso de domesticación, se programaron en nuestra mente incluso leyes morales como los Diez Mandamientos. Uno a uno, todos esos acuerdos forman el Libro de la Ley y dirigen nuestro sueño.
Hay algo en nuestra mente que lo juzga todo y a todos, incluso el clima, el perro, el gato... Todo. El Juez interior utiliza lo que está en nuestro Libro de la Ley para juzgar todo lo que hacemos y dejamos de hacer, todo lo que pensamos y no pensamos, todo lo que sentimos y no sentimos. Cada vez que hacemos algo que va contra el Libro de la Ley, el Juez dice que somos culpables, que necesitamos un castigo, que debemos sentirnos avergonzados. Esto ocurre muchas veces al día, día tras día, durante todos los años de nuestra vida.
Hay otra parte en nosotros que recibe los juicios, y a esa parte la llamamos «la Víctima». La Víctima carga con la culpa, el reproche y la vergüenza. Es esa parte nuestra que dice: « ¡Pobre de mí! No soy suficientemente bueno, ni inteligente ni atractivo, y no merezco ser amado. ¡Pobre de mí!». El gran Juez lo reconoce y dice: «Sí. No vales lo suficiente». Y todo esto se fundamenta en un sistema de creencias en el que jamás escogimos creer. Y el sistema es tan fuerte que, incluso años después de haber entrado en contacto con nuevos conceptos y de intentar tomar nuestras propias decisiones, nos damos cuenta de que esas creencias todavía controlan nuestra vida.
Cualquier cosa que vaya contra el Libro de la Ley hará que sintamos una extraña sensación en el plexo solar, una sensación que se llama miedo. Incumplir las reglas del Libro de la Ley abre nuestras heridas emocionales, y reaccionamos creando veneno emocional. Dado que todo lo que está en el Libro de la Ley tiene que ser verdad, cualquier cosa que ponga en tela de juicio lo que creemos nos hace sentir inseguros. Aunque el Libro de la Ley esté equivocado, hace que nos sintamos seguros. Por este motivo, necesitamos una gran valentía para desafiar nuestras propias creencias; porque, aunque sepamos que no las escogimos, también es cierto que las aceptamos. El acuerdo es tan fuerte, que incluso cuando sabemos que el concepto es erróneo, sentimos la culpa, el reproche y la vergüenza que aparecen cuando actuamos en contra de esas reglas.
De la misma forma que el gobierno tiene un Código de Leyes que dirige el sueño de la sociedad, nuestro sistema de creencias es el Libro de la Ley que gobierna nuestro sueño personal. Todas estas leyes existen en nuestra mente, creemos en ellas, y nuestro Juez interior lo basa todo en ellas. El Juez decreta y la Víctima sufre la culpa y el castigo. Pero ¿quién dice que este sueño sea justo?. La verdadera justicia consiste en pagar sólo una vez por cada error. Lo que es verdaderamente injusto es pagar varías veces por el mismo error.
¿Cuántas veces pagamos por un mismo error? La respuesta es: miles de veces. El ser humano es el único animal sobre la Tierra que paga miles de veces por el mismo error. Los demás animales pagan sólo una vez por cada error. Pero nosotros no. Tenemos una gran memoria. Cometemos una equivocación, nos juzgamos a nosotros mismos, nos declaramos culpables y nos castigamos. Sí fuese una cuestión de justicia, con eso bastaría; no necesitamos repetirlo, Pero cada vez que lo recordamos, nos juzgamos de nuevo, volvemos a considerarnos culpables y nos volvemos a castigar, una y otra vez, y otra, y otra más. Si estamos casados, también nuestra mujer o nuestro marido nos recuerda el error, y así volvemos a juzgarnos de nuevo, nos castigamos otra vez y nos volvemos a sentir culpables. ¿Acaso es esto justo? ¿Cuántas veces hacemos que nuestra pareja, nuestros hijos o nuestros padres paguen por el mismo error? Cada vez que recordamos el error, los culpamos de nuevo y les enviamos todo el veneno emocional que sentimos frente a la injusticia; hacemos que vuelvan a pagar por ello. ¿Eso es justicia? El Juez de la mente está equivocado porque el sistema de creencias, el Libro de la Ley, es erróneo. Todo el sueño se fundamenta en una ley falsa. El 95 por ciento de las creencias que hemos almacenado en nuestra mente no son más que mentiras, y si sufrimos es porque creemos en todas ellas. En el sueño del planeta, a los seres humanos les resulta normal sufrir, vivir con miedo y crear dramas emocionales. El sueño externo no es un sueño placentero; es un sueño lleno de violencia, de miedo, de guerra, de injusticia. El sueño personal de los seres humanos varía, pero en conjunto es una pesadilla. Si observamos la sociedad humana, comprobamos que es un lugar en el que resulta muy difícil vivir, porque está gobernado por el miedo. En el mundo entero, vemos sufrimiento, cólera, venganza, adicciones, violencia en las calles y una tremenda injusticia. Esto existe en diferentes niveles en los distintos países del mundo, pero el miedo controla el sueño externo.
Si comparamos el sueño de la sociedad humana con la descripción del Infierno que las distintas religiones de todo el mundo han divulgado, descubrimos que son exactamente iguales. Las religiones dicen que el Infierno es un lugar de castigo, de miedo, de dolor y de sufrimiento, un lugar donde el fuego te quema. Cada vez que sentimos emociones como la cólera, los celos, la envidia o el odio, experimentamos un fuego que arde en nuestro interior. Vivimos en el sueño del Infierno.
Si consideramos que el Infierno es un estado de ánimo, entonces nos rodea por todas partes. Tal vez otras personas nos adviertan que si no hacemos lo que ellas dicen que deberíamos hacer, iremos al Infierno. Pero ya estamos en el Infierno, incluso la gente que nos dice eso. Ningún ser humano puede condenar a otro al Infierno, porque ya estamos en él. Es cierto que los demás pueden llevarnos a un Infierno todavía más profundo, pero únicamente si nosotros se lo permitimos.
Cada ser humano, hombre o mujer, tiene su sueño personal, que, al igual que ocurre con el sueño de la sociedad, a menudo está dirigido por el miedo. Aprendemos a soñar el Infierno en nuestra propia vida, en nuestro sueño personal. El mismo miedo se manifiesta de distintas maneras en cada persona, por supuesto, porque todos sentimos cólera, celos, odio, envidia y otras emociones negativas. Nuestro sueño personal también puede convertirse en una pesadilla permanente en la que sufrimos y vivimos en un estado de miedo constante. Sin embargo, no es necesario que nuestro sueño sea una pesadilla. Podemos disfrutar de un sueño agradable.
Toda la humanidad busca la Verdad, la justicia y la belleza. Estamos inmersos en una búsqueda eterna de la Verdad porque sólo creemos en las mentiras que hemos almacenado en nuestra mente. Buscamos la justicia porque en el sistema de creencias que tenemos no existe. Buscamos la belleza porque, por muy bella que sea una persona, no creemos que lo sea. Seguimos buscando y buscando cuando todo está ya en nosotros. No hay ninguna Verdad que encontrar. Dondequiera que miremos, todo lo que vemos es la Verdad, pero debido a los acuerdos y las creencias que hemos almacenado en nuestra mente, no tenemos ojos para verla.
No vemos la Verdad porque estamos ciegos. Lo que nos ciega son todas esas falsas creencias que tenemos en la mente. Necesitamos sentir que tenemos razón y que los demás están equivocados. Confiamos en lo que creemos, y nuestras creencias nos invitan a sufrir. Es como si viviésemos en medio de una bruma que nos impide ver más allá de nuestras propias narices. Vivimos en una bruma que ni siquiera es real. Es un sueño, nuestro sueño personal de la vida: lo que creemos, todos los conceptos que tenemos sobre lo que somos, todos los acuerdos a los que hemos llegado con los demás, con nosotros mismos e incluso con Dios.

Toda nuestra mente es una bruma que los toltecas llamaron mitote. Nuestra mente es un sueño en el que miles de personas hablan a la vez y nadie comprende a nadie. Esta es la condición de la mente humana: un gran mitote, y así es imposible ver lo que realmente somos. En la India lo llaman maya, que significa «ilusión». Es nuestro concepto del «yo». Todo lo que creemos sobre nosotros mismos y el mundo, todos los conceptos y programas que tenemos en la mente, todo eso es el mitote. Nos resulta imposible ver quiénes somos verdaderamente; nos resulta imposible ver que no somos libres. Esta es la razón por la cual los seres humanos nos resistimos a la vida. Estar vivos es nuestro mayor miedo. No es la muerte; nuestro mayor miedo es arriesgarnos a vivir: correr el riesgo de estar vivos y de expresar lo que realmente somos. Hemos aprendido a vivir intentando satisfacer las exigencias de otras personas. Hemos aprendido a vivir según los puntos de vista de los demás por miedo a no ser aceptados y de no ser lo suficientemente buenos para otras personas.
Durante el proceso de domesticación, nos formamos una imagen mental de la perfección con el fin de tratar de ser lo suficientemente buenos. Creamos una imagen de cómo deberíamos ser para que los demás nos aceptaran. Intentamos complacer especialmente a las personas que nos aman, como papá y mamá, nuestros hermanos y hermanas mayores, los sacerdotes y los profesores. Al tratar de ser lo suficientemente buenos para ellos, creamos una imagen de perfección, pero no encajamos en ella. Creamos esa imagen, pero no es una imagen real. Bajo ese punto de vista, nunca seremos perfectos. ¡Nunca!
Como no somos perfectos, nos rechazamos a nosotros mismos. El grado de rechazo depende de lo efectivos que hayan sido los adultos para romper nuestra integridad. Tras la domesticación, ya no se trata de que seamos lo suficientemente buenos para los demás. No somos lo bastante buenos para nosotros mismos porque no encajamos en nuestra propia imagen de perfección. Nos resulta imposible perdonarnos por no ser lo que desearíamos ser, o mejor dicho, por no ser quien creemos que deberíamos ser. No podemos perdonarnos por no ser perfectos. Sabemos que no somos lo que creemos que deberíamos ser, de modo que nos sentimos falsos, frustrados y deshonestos. Intentamos ocultarnos y fingimos ser lo que no somos. El resultado es un sentimiento de falta de autenticidad y una necesidad de utilizar máscaras sociales para evitar que los demás se den cuenta. Nos da mucho miedo que alguien descubra que no somos lo que pretendemos ser. También juzgamos a los demás según nuestra propia imagen de la perfección, y naturalmente no alcanzan nuestras expectativas.
Nos deshonramos a nosotros mismos sólo para complacer a otras personas. Incluso llegamos a dañar nuestro cuerpo para que los demás nos acepten. Vemos a adolescentes que se drogan con el único fin de no ser rechazados por otros adolescentes. No son conscientes de que el problema estriba en que no se aceptan a sí mismos. Se rechazan porque no son lo que pretenden ser. Desean ser de una manera determinada, pero no lo son, y esto hace que se sientan culpables y avergonzados. Los seres humanos nos castigamos a nosotros mismos sin cesar por no ser como creemos que deberíamos ser. Nos maltratamos a nosotros mismos y utilizamos a otras personas para que nos maltraten.
Pero nadie nos maltrata más que nosotros mismos; el Juez, la Víctima y el sistema de creencias son los que nos llevan a hacerlo. Es cierto que algunas personas dicen que su marido o su mujer, su madre o su padre las maltrató, pero sabemos que nosotros nos maltratamos todavía más. Nuestra manera de juzgarnos es la peor que existe. Si cometemos un error delante de los demás, intentamos negarlo y taparlo; pero tan pronto como estamos solos, el Juez se vuelve tan tenaz y el reproche es tan fuerte, que nos sentimos realmente estúpidos, inútiles o indignos.
Nadie, en toda tu vida, te ha maltratado más que tú mismo. El límite del maltrato que tolerarás de otra persona es exactamente el mismo al que te sometes tú. Si alguien llega a maltratarte un poco más, lo más probable es que te alejes de esa persona. Sin embargo, si alguien te maltrata un poco menos de lo que sueles maltratarte tú, seguramente continuarás con esa relación y la tolerarás siempre.
Si te castigas de forma exagerada, es posible que incluso llegues a tolerar a alguien que te agrede físicamente, te humilla y te trata como si fueras basura. ¿Por qué? Porque, de acuerdo con tu sistema de creencias, dices: «Me lo merezco. Esta persona me hace un favor al estar conmigo. No soy digno de amor ni de respeto. No soy suficientemente bueno».
Necesitamos que los demás nos acepten y nos amen, pero nos resulta imposible aceptarnos y amarnos a nosotros mismos. Cuanta más autoestima tenemos, menos nos maltratamos. El abuso de uno mismo nace del auto-rechazo, y éste de la imagen que tenemos de lo que significa ser perfecto y de la imposibilidad de alcanzar ese ideal. Nuestra imagen de perfección es la razón por la cual nos rechazamos; es el motivo por el cual no nos aceptamos a nosotros mismos tal como somos y no aceptamos a los demás tal como son.

El preludio de un nuevo sueño 

Has establecido millares de acuerdos contigo mismo, con otras personas, con el sueño que es tu vida, con la sociedad, con tus padres, con tu pareja, con tus hijos; pero los acuerdos más importantes son los que has hecho contigo mismo. En esos acuerdos te has dicho quién eres, qué sientes, qué crees y cómo debes comportarte. El resultado es lo que llamas tu personalidad. En esos acuerdos dices: «Esto es lo que soy. Esto es lo que creo. Soy capaz de hacer ciertas cosas y hay otras que no puedo hacer. Esto es real y lo otro es fantasía; esto es posible y aquello es imposible».
Si somos capaces de reconocer que nuestra vida está gobernada por nuestros acuerdos y el sueño de nuestra vida no nos gusta, solo necesitamos cambiar los acuerdos, debemos estar firmemente dispuestos a cambiar...

"La imaginación lo es todo.Es una visión preliminar de lo que sucederá en tu vida." EINSTEIN


Gracias Alvrosda por tus traducciones.

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7 de febrero de 2010

Somos uno



Todos los seres somos yo. Cada persona que nos rodea, la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, los encuentros casuales, el repartidor y la vecina, los que van sentados en el autobús o en el avión, todos, están en mi. La separación física es una apreciación de nuestros sentidos limitados. El hecho de que cada uno viva en su propio espacio mental separados de los otros no es sino la manifestación de un estado de conciencia fragmentado. Todos los seres viven en mi, igual que viven los ríos, las montañas, los animales y las plantas y cada lucecita que brille en el firmamento, incluidos los espacios oscuros. No hay discontinuidad en la esencia del movimiento de la energía que crea de la nada el espacio físico. Por ello cuando en la meditación o en cualquier momento, por breves instantes, la mente se detiene, esa vaciedad, esa "nada" está llena del Todo, es decir, estamos unidos esencialmente por el vacío que es la realidad profunda de la existencia. El Todo existe en el vacío. Pero como el vacío absoluto no puede ser experimentado percibimos el movimiento que existe dentro y su complejización, que da como resultante la materia. Quedándonos en la percepción pura nos percatamos de una sensación especial de plenitud que no es fenoménica. Esa sensación está compuesta por todo lo que existe, incluyendo los seres que nos acompañan en el viaje de regreso al centro de lo que somos. Al final ese es nuestra auténtica morada, pero mientras tanto esos seres pueden ser percibidos un poco más cerca de nuestro centro. Coincidimos en la consciencia del viaje. Es algo aparente, circunstancial, fruto de los esquemas de identidad separados que nos transmite los sentidos. Extender esa sensación de identidad a nuestros compañeros de viajes es el principio de la universalidad, de salir de la cárcel interior hacia los espacios infinitos de los horizontes desdibujados de las formas.
Por e.


Un abrazo a mis otros yo.