El libro nos muestra la verdadera naturaleza de las enfermedades, explica cómo las grandes empresas farmacéuticas controlan no sólo la investigación sino también la docencia médica, y cómo se ha creado un Sistema Sanitario basado en la enfermedad en lugar de en la salud, que hace crónica las enfermedades y mantiene a los ciudadanos ignorantes.
MEDICINA SIGNIFICA NEGOCIO
¿Y quién designa a ese comité científico?
Quien financia el evento, generalmente es la industria farmacéutica.
Sí, hoy son, las multinacionales las que deciden, hasta qué se enseña a los futuros médicos en las facultades, qué se publica y que debe exponerse en los congresos de medicina. El control es absoluto lo tienen ellos.
¿Y cómo ganar más?
La medicina actual está concebida para que la gente permanezca enferma el mayor tiempo posible y compre fármacos; si es posible, para toda su vida.
La Medicina hoy sigue estando controlada también por las compañías de seguros médicos, ya sean públicos o privados.
Es más, la mayoría de los seguros, determinan incluso el precio de cada tratamiento y las terapias que se van a practicar.
UN SISTEMA DE ENFERMEDAD
Se practica una medicina que sólo reconoce la existencia del cuerpo físico y no toma en cuenta ni el espíritu, ni la mente, ni las emociones de cada individuo. Y que además trata sólo el síntoma y no la causa o raíz del problema.
Se trata de un sistema que mantiene al paciente en la ignorancia y la dependencia, y al cual se estimula para que consuma fármacos de todo tipo,
en suma, es una auténtica mafia médica, de un sistema que crea enfermedades por dinero y por poder.
¿Como funciona?
El médico de manera inconciente, es la correa de transmisión de la gran industria. Durante los 5 a 10 años que pasa en la Facultad de Medicina el sistema se encarga de inculcarle unos determinados conocimientos y de cerrarle los ojos a otras posibilidades.
Posteriormente, en los hospitales y congresos médicos, se les refuerzan las ideas contradictorias a sus intereses, de que la función del médico es curar y salvar vidas, de que la enfermedad y la muerte son fracasos que deben evitarse a toda costa, y de que la enseñanza recibida es la única válida.
La medicina oficial, la 'científica', no puede permitir que existan otras formas de curar que no sean serviles a sus interese y que pongan en riesgo al sistema.
El sistema si ha logrado gran éxito, en lo que a cirugía se refiere, los antibióticos y algunas pocas cosas más, como los modernos medios de diagnóstico, que si han dado grandes resultados para mejorar la calidad de vida de los pacientes, pero no eliminan del todo el origen del problema que presenta el paciente, y que tarde o temprano resurge.
Se trata de una medicina que además sólo reconoce lo que se ve, se toca o se mide y niega toda conexión entre las emociones, el pensamiento, la conciencia y el estado de salud del cuerpo físico. Y cuando se la importuna con algún problema de ese tipo, le cuelga la etiqueta de 'enfermedad psicosomática' y envía al paciente a casa, tras recetarle pastillas para los nervios.
Por otro lado, las medicinas suaves son una mejor opción porque tratan al paciente de forma holística, es decir, de manera integral y le ayudan a sanar... pero no todas curan del todo. Cualquiera de las llamadas medicinas alternativas constituyen una gran ayuda sobre todo cuando son complementarias entre si.
El enfermo es el único que realmente puede curarse por completo. Nadie puede hacerlo en su lugar.
La cuestión es que el sistema trabaja para que olvidemos nuestra condición de seres soberanos y nos convirtamos en seres sumisos y dependientes.
En nuestras manos está, pues, romper esa esclavitud, dejando de ser ignorantes.
Causas por las que permitimos estos abusos
¿Por qué las autoridades políticas, médicas, mediáticas y económicas lo permiten?
¿Por qué los gobiernos no acaban con este sistema de enfermedad, que por otra parte es costosísimo?
Si un Gobierno se niega a acabar con un sistema que arruina y mata a sus ciudadanos es porque forma parte de él, porque forma parte de los grandes intereses creados en torno al poder económico mundial.
Los que integran la gran mafia médica son, a diferentes escalas y con distintas implicaciones, por supuesto; la industria farmacéutica, las autoridades políticas, los grandes laboratorios, los hospitales, las compañías aseguradoras, los colegios de médicos, los propios médicos, la Organización Mundial de la Salud (OMS),el Ministerio de Sanidad de la ONU, y, por supuesto, el banco mundial.
La OMS es la mafia de las mafias; está completamente controlada por fines lucrativos. La OMS es la organización que establece los criterios y normas internacionales de práctica médica, la 'política de enfermedad' en todos los países.
Todo el mundo tiene que obedecer ciegamente las directrices de la OMS. De hecho, desde 1977, con la Declaración de Alma Ata, nadie puede escapar de su control.
Desde entonces 'derecho a la salud' significa 'derecho a la medicación'.
Así es como se han impuesto las vacunas y los medicamentos a toda la población del globo.
¿Quién va a osar dudar de las buenas intenciones de la Organización Mundial de la Salud?
Sin embargo, hay que preguntarse quién controla a su vez esa organización a través de la ONU: el poder económico.
Las organizaciones humanitarias también dependen de la ONU, es decir, del dinero de las subvenciones. Y, por tanto, sus actividades están igualmente controladas. Muchas organizaciones creen que sirven altruistamente a la gente, pero en realidad solo cumplen con fines económicos y políticos. Afortunadamente hoy, en ese sentido, muchas otras organizaciones si están cambiando las cosas para el beneficio de la población mundial.
Es una mafia sumamente poderosa.
Ha eliminado toda competencia. Hoy en día a los investigadores se les 'orienta'. Los disidentes son maniatados y reducidos al silencio, a los médicos 'alternativos' se les tilda de locos, se les retira la licencia, o simplemente no son reconocidos por el sistema, limitándolos en su campo de trabajo.
Muchos de los productos de medicina natural o alternativa rentables, han caído igualmente en manos de las multinacionales gracias a las normativas de la OMS y a las patentes de la Organización Mundial del Comercio.
Las autoridades y sus medios de comunicación social se ocupan de alimentar entre la población, el miedo a la enfermedad, a la vejez y a la muerte.
De hecho, la obsesión por vivir más o, simplemente, por sobrevivir, ha hecho prosperar incluso el tráfico internacional de órganos, sangre y embriones humanos. Y en muchas clínicas de fertilización en realidad se 'fabrican' multitud de embriones que luego se almacenan para ser utilizados en cosmética, en tratamientos rejuvenecedores, etc.
VACUNAS
En la mayoría de los países, los niños reciben absurdamente hasta 15 vacunas antes de ir a la escuela. Y así, cada miembro de la familia tiene ya su pastillita: el padre, la Viagra; la madre, el Prozac; el niño, el Ritalin. Y todo esto, ¿para qué?
Porque el resultado es conocido: los costes sanitarios suben y suben, desgraciadamente la gente sigue enfermando y muriendo.
Las autoridades mienten cuando dicen que las vacunas nos protegen, mienten cuando dicen que el sida es contagioso y mienten cuando dicen que el cáncer es un mal incurable.
Cada vez se confirma mas, que algunas son ineficaces y otras inútiles; a veces, hasta peligrosas. Yo mantengo todas mis afirmaciones. La única inmunidad auténtica es la natural y ésa la desarrolla el 90% de la población antes de los 15 años.
Es más, las vacunas artificiales desequilibran y trastornan por completo el desarrollo de las primeras defensas del organismo.
Que las vacunas tienen riesgos es algo muy evidente; a pesar de lo cual se oculta. Por ejemplo, una vacuna puede provocar la misma enfermedad para la que se pone. ¿Por qué no se advierte? También se oculta que la persona vacunada puede transmitir la enfermedad aunque no esté enferma.
Así mismo, no se dice que la vacuna puede sensibilizar a la persona frente a la enfermedad. Aunque lo más grave es que se oculte la inutilidad constatada de ciertas vacunas.
Las vacunas de enfermedades como la tuberculosis y el tétanos, son vacunas que no confieren ninguna inmunidad; la rubéola, de la que el 90% de las mujeres están protegidas de modo natural; la difteria, que durante las mayores epidemias sólo alcanzaba al 7% de los niños a pesar de lo cual hoy se vacuna a todos; la gripe y la hepatitis B, cuyos virus se hacen rápidamente resistentes a los anticuerpos de las vacunas.
¿Peligrosas?
Las innumerables complicaciones que causan las vacunas, desde trastornos menores hasta la muerte, están suficientemente documentadas; por ejemplo, la muerte súbita del lactante.
Por eso hay ya numerosas protestas de especialistas en la materia y son miles las demandas judiciales que se han interpuesto en contra de los fabricantes. Por otra parte, cuando se examinan las consecuencias de los programas de vacunaciones masivas se extraen conclusiones esclarecedoras.
Por otro lado, las vacunas son caras y le suponen a los gobiernos un gasto de miles de millones de dólares al año. Por tanto, el único beneficio evidente y seguro de las vacunas... es el que obtiene la industria farmacéutica.
Además, la vacunación estimula el sistema inmune del cuerpo físico de las personas, pero, la vacunación repetidamente, logra que el sistema inmunológico se agote. Por tanto, la vacuna repetida puede hacer, por ejemplo, estallar el “síndrome de la Inmunodeficiencia silenciosa” y garantizar un 'mercado de la enfermedad' perpetuamente floreciente.
Más datos:
La vacunación incita a la dependencia médica y refuerza la creencia de que nuestro sistema inmune es ineficaz.
Aunque lo más horrible es que la vacunación facilita los genocidios selectivos pues permite liquidar a personas de cierta raza, de cierto grupo, de cierta región... Sirve como experimentación para probar nuevos productos sobre un amplio muestrario de la población y es un arma biológica potentísima al servicio de la guerra biológica porque permite intervenir en el patrimonio genético hereditario de quien se quiera.
Otras grandes mentiras que ultrajan la existencia del Ser Humano
Investigaciones de médicos eminentes, indican que el VIH fue creado mientras se hacían ensayos de vacunación contra la hepatitis B en grupos de homosexuales. Y todo indica que el continente africano fue contaminado del mismo modo durante campañas de vacunación contra la viruela. Claro que otros investigadores van más lejos aún y afirman que el virus del sida fue cultivado como arma biológica y después deliberadamente propagado mediante la vacunación de grupos de población que se querían exterminar.
El Congreso sobre SIDA celebrado en Copenhague en mayo de 1992 los 'supervivientes del sida' afirmaron que la solución entonces propuesta por la medicina científica para combatir el VIH, el AZT, es absolutamente ineficaz. Hoy eso está fuera de toda duda. Pues bien, yo afirmo que se puede sobrevivir al sida... pero no al AZT.
Este medicamento es más mortal que la enfermedad misma. El simple sentido común permite entender que no es con fármacos inmuno depresores como se refuerza el sistema inmunitario. El sida se ha convertido en otro gran negocio. Por tanto, se promociona ampliamente combatirlo porque ello da mucho dinero a la industria farmacéutica. Es así de simple.
El llamado cáncer, es decir, la masiva proliferación anómala de células, es algo tan habitual que todos lo padecemos varias veces a lo largo de nuestra vida.
Sólo que cuando eso sucede el sistema inmunitario actúa y destruye las células cancerígenas. El problema surge cuando nuestro sistema inmunológico está débil y no puede eliminarlas, aunado a la presencia de bacterias y parásitos que generan el ambiente perfecto para que estas se proliferen mucho mas rápido, así como también la cantidad excesiva de químicos tóxicos que se encuentran en los alimentos y el medio ambiente; y por supuesto el estrés. Entonces el conjunto de células cancerosas acaba creciendo y formando un tumor.
Cuando se descubre un tumor se le ofrece de inmediato al paciente, con el pretexto de ayudarle, que elija entre estas tres posibilidades o 'formas de tortura': amputarle (cirugía), quemarle (radioterapia) o envenenarle (quimioterapia). Ocultándosele que hay remedios alternativos eficaces, inocuos y baratos. Y después de cuatro décadas de 'lucha intensiva' contra el cáncer, ¿cuál es la situación en los propios países industrializados? Que la tasa de mortalidad por cáncer ha aumentado.
Ese simple hecho pone en evidencia el fracaso de su prevención y de su tratamiento.
Se han despilfarrado miles de millones de dólares, y tanto el número de enfermos como de muertos sigue creciendo.
Hoy sabemos a quién beneficia esta situación.
¿Como sabemos quién la ha creado y quién la sostiene?.
En el caso de la guerra todos sabemos que ésta beneficia sobre todo a los fabricantes y traficantes de armas.
Bueno, pues en medicina quienes se benefician son los fabricantes y traficantes del 'armamento contra el cáncer'; es decir, quienes están detrás de la quimioterapia, la radioterapia, la cirugía y toda la industria hospitalaria.
UNA NECESIDAD EVOLUTIVA
La información que antes se ocultaba ahora es pública: el médico alemán Ryke Geerd Hamer entre muchos otros, ha demostrado que todas las enfermedades son psicosomáticas por lo que, las medicinas no agresivas y no invasivas, ganan cada vez mas popularidad.
La mafia médica se desplomará como un castillo de naipes cuando un 5% de la población pierda su confianza en ella. Basta que ese porcentaje de la población mundial sea consciente y este conectado con su propia responsabilidad. Entonces decidirá escapar de la esclavitud a la que le tiene sometida la mafia y el sistema actual se derrumbará.
La gente tiene miedo al cambio, tiene miedo a soltar su zona de confort, tiene miedo de cuestionar a sus gobiernos, por eso se permite ser ignorante cuando de su vida se trata, es mas fácil poner su vida en manos de un doctor, un gobierno o una religión y luego tener a quien culpar si todo sale mal. O en su caso asumirlo como un castigo.
Evitar la enfermedad es responsabilidad de todos,
informarse, cambiar malos hábitos y dañinos, darse la oportunidad de conocer otros métodos alternativos, mucho mas eficientes y eficaces , poner en practica y tomar los beneficios de todas las herramientas disponibles hoy, en cuanto a llevar una vida integralmente saludable, como han sugerido siempre, las grandes culturas antiguas de todos los pueblos que habitamos este planeta.
Entonces, la pregunta clave es, ¿seguirá dependiendo de unos cuantos o depende de todos nosotros?
El gran paso es decir no a la autoridad exterior, mal manejada a través de omitir la verdad y la naturaleza de las enfermedades, como lo han hecho hasta ahora; y decir, SI, a nuestra autoridad interior, que cada vez puede estar mejor documentada e informada para adoptar criterios que realmente si apoyen la vida.
Sidageist por TorontoCosme
Alfredo Embid, coordinador de la Asociación de Medicinas Complementarias. Madrid, 2008 http://replantearsida.blogspot.com/
Entrevista al Dr.Hamer
Genial la infirmacion, me he pasado la vida diciendo lo mismo, pero no soy medica, entonses no se tiene en cuenta y no tengo poder economico, ni relaciones para poder publicar mis libros.
ResponderEliminarEsto es genial y es solo la punta de algo de loq eu la mayoria ni se imagina y por otro lado, el 90 % de las personas forma parte. Sus shankaras ahn formado este sistema.
Gracias por las publicaciones.