El plan oculto
Mucho llevan nuestros lideres hablando de la globalización y sus ventajas, y sin embargo pocos saben en que consiste y a quien beneficiara. Según ellos impulsara el crecimiento de los países menos desarrollados, pero son estos los menos interesados en ser “globalizados”, después de siglos de esclavitud, explotación, expoliación y colonialismo no se fían de nuevas palabras que significan lo mismo. Se trata de un proceso fundamentalmente económico que consiste en la creciente integración de las distintas economías nacionales en un único mercado capitalista mundial, e implica que los sistemas de producción y de movimientos de capital se configuran a escala planetaria, mientras los gobiernos van perdiendo atribuciones ante lo que se ha denominado la «sociedad en red», una sociedad gobernada únicamente por el poder del dinero.¿Sabemos realmente lo que ocurrió en Argentina?. No fue únicamente culpa de sus dirigentes, fue un claro ejemplo de globalización salvaje, el país acepto el dólar, privatizo todos sus recursos y servicios, y dio libre entrada a todo el capital extranjero, el resultado es el que se espera de un abundante estanque comunicado con un mar infestado de tiburones. Niños morían a diario de hambre ante la impotencia de sus padres en un país mas rico que el nuestro.
Nuestra economía dejo de pertenecernos desde el momento que cambiamos las pesetas por el euro. Nuestros gobernantes creyeron que así nos iría mejor en un futuro mas competitivo y nos apuntaron al carro de la era post-industrial, y hasta la fecha nadie se ha quejado, aparentemente han cumplido sus objetivos, tenemos una "moneda fuerte" y un aparente estado de bienestar, sin embargo esta riqueza esta fundamentada en bases que se están desvaneciendo.
Las antiguas industrias han ido desapareciendo y debían ser sustituidas por empresas de ocio, servicios, productores de lujos, nuevas tecnologías, diseño, y comercializadores de valor añadido, todo el sistema productivo debía ser trasladado a países como China y ellos a cambio recibirían “una moneda fuerte” con la que comprarnos las materias primas y los lujos que necesitasen. Nuestros lideres han promovido durante una década una globalización que debía poner las materias primas y los mercados de los demás países en nuestras manos, y ese es el problema, se les acaba el tiempo y no lo han conseguido. El tercer mundo recela con razón de nuestras intenciones mientras que China acelera su desarrollo, comercializa sus productos y adquiere los recursos directamente. China durante todo el tiempo que ha podido se ha hecho la inocente haciéndoles pensar que nuevamente lograrían sus intenciones, a la vez que se preparaba y tomaba posiciones para una carrera que deseaban ganar después de siglos de esclavitud y robo de potencias extranjeras. Están preparados y confían en su capacidad, saben que la tecnología pertenecerá a los fabricantes y los productos los venderán en un mundo globalizado de otra forma, y han comenzado la carrera por los recursos y los mercados del tercer mundo y para ello solo han necesitado las teóricas armas capitalistas, el libre mercado sin manipular.
La CEE y los EEUU se han dado cuenta demasiado tarde de las intenciones Chinas, la consecuencia es que toman medidas apresuradas e improvisadas con las que solo llegan a parchear la situación actual y a la larga conllevara la perdida de la guerra comercial y económica. El ganador será el que imponga su moneda en todo el mundo.
Su situación les parece tan extrema que han acelerado la alianza de las monedas del G8 (EEUU, CEE, Japón, Canadá, Reino Unido), recientemente han firmado un pacto de mutua alianza. Utilizan y manipulan sin pudor movimientos como los ecologistas con el fin frenar por cualquier medio el crecimiento de los países menos desarrollados e inflacionan los recursos que necesitan estos países, como lleva ocurriendo con el cobre y demás metales controlados por EEUU.
Por su parte la CEE lleva tiempo practicando una política neocolonialista en África y Sudamérica, detrás de la fachada de buenas intenciones que nos dejan ver esconden practicas destinadas a hundirlos en el subdesarrollo. La leche, la harina, el azúcar y la carne que nos sobra y seguirá sobrando, producidos en una agricultura subvencionada, son nuevamente subvencionados a la exportación hacia estos países, esto inunda sus mercados de productos de primera necesidad por debajo del coste de producción de estos países, lo que destruye sus economías e impide su desarrollo desde la base, finalmente estos países hundidos en la miseria nos venden sus recursos y mercados a cualquier precio y sus habitantes deben elegir entre la muerte o una esclavitud por propia voluntad en canoas negreras pagadas por ellos, parece que algo hemos adelantado después de 500 años.
Paralelamente China esta realizando una política encaminada a ganarse el favor de estos países creando escuelas, hospitales y apoyando su desarrollo. Esto ha movido a la CEE a realizar cumbres de urgencia hace una semana, para conservar los mercados que aun nos quedan y timar a los despistados.
El futuro tal y como lo veo, no nos es favorable, con el agravante de que somos los malos (el G8 es el autentico eje del mal). Según el plan original en el momento en que nuestras economías se resintieran ya deberíamos disponer de una moneda universal y nuestras “democracias” mutarían hacia sistemas mas totalitarios. Con el pretexto del terrorismo llevan tiempo recortando nuestras libertades, el caso mas flagrante y evidente aunque poco conocido es la puesta en marcha (previa aprobación por todos los países), de multimillonarios sistemas que graban todas nuestras conversaciones telefónicas (una escucha global a toda la CEE), de cara al público se nos ha dicho que solo se grabarían los datos telefónicos, pero los únicos datos que no conservaban las compañías eran las conversaciones. Solo espero que cuando el poder del dinero se nos acabe no recurran al único poder que nos quede las armas, contra un enemigo que inunda nuestros mercados de “falsificaciones”, apoyan el “terrorismo”, “consumen” nuestros productos de primera necesidad, no aceptan “nuestra moneda” y “hunden el planeta” con sus emisiones de CO2.
Epicuro
¿Que es el tratado de libre comercio?
El caso argentino
El FMI en Argentina
Memorias del saqueo
The take
23 de diciembre de 2007
15 - El mito de la globalización
Etiquetas:
Economía,
Geopolítica
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Greacias Epicuro le pongo nombre a uno de los poderes con sus siniestros propósitos del Club de Roma, ente que es uno de los brazos ejecutores de la globalización a la usanza de la Unión Europea ,y que es aliado funcional de todos los globalizadores del G8. Ese artículo fue publicado hace cosa de un par de años en varios medios, entre ellos Estrucplan On Line.
ResponderEliminarAhora nos encontramos con la reproducción de un sintético artículo de Dennis Meadows, el mismísimo autor del siniestro informe titulado “Los Límites del Crecimiento”, con el cual “debutó” internacionalmente el citado Club de Roma, proponiendo nada menos que…detener todo crecimiento económico; así nomás “sin anestesia”, por más que se lo adorne con frases rimbombantes de “cuidado del medio ambiente” y otras lindezas por el estilo.
Ese planteo, que no acusa por cierto la misma severidad para exigir una más equitativa distribución de la riqueza entre el mundo opulento y el tercer y cuarto mundos, implica de hecho condenar a la miseria y a la muerte por inanición a la amplia mayoría de la población, habida cuenta que:
· Al menos entre un cuarto y un quinto de la población mundial se debate en la miseria más espantosa.
· Al menos otros dos cuartos de la población son pobres y con carencias socio económicas de diversos tipos.
· Para superar esas lacras, es imperativo aumentar la producción general, a lo que con falaces argumentos seudocientíficos se opone dicho “informe liminar” del Club de Roma.
Hay que recordar que el retorcido pensamiento del Club de Roma fue el origen del movimiento ecologista transnacional, profusamente financiado por petroleras anglosajonas, por corporaciones financieras con sedes en EEUU y la UE (y seguramente en Japón), y también con claras connotaciones de intervenciones de los más altos niveles político – estatales del G8; grupos de poder a los que les conviene mantenernos en el subdesarrollo crónico, para apoderarse con toda facilidad de nuestros recursos naturales.
Uno de los objetivos no publicitados de esos globalizadores es “reducir” la población mundial a 500 millones, para que sea “manejable” por lo mega poderes financieros transnacionales. ¿Eso no es un mega proyecto genocida?
El club de Roma, como agente de la globalización a ultranza, actúa para disolver la soberanía de los países excluidos de aquel “selecto” grupo, y algunos más que “también clasifican”, como otros europeos, y otros cultural o racialmente anglosajones (como Australia, Nueva Zelandia y Sudáfrica).
El último “espiche” de D. Meadows propone ni más ni menos que aumentar radicalmente los precios de los combustibles, lo cual equivaldrá a incrementar la brecha entre los opulentos y los miserables. Total a los del tercer mundo nos queda el recurso de quemar nuestros árboles, o las heces de nuestros ganados, con el “aliciente” adicional de vender por moneditas nuestro petróleo, nuestro gas, nuestro carbón y otros energéticos; tal como estuvieron haciendo por ejemplo con la Bolivia pre Evo y la Venezuela pre Chávez.
A esos mismos seudoambientalistas les aterra que los chinos, los indios, los “sudacas” y otros del tercer mundo accedamos a mejores niveles de confort (que equivale a usar más energía), pero “no se les mueve un pelo” ante los derroches desenfadados de los opulentos del G8, que hoy buscan su petróleo con la fuerza de sus armas (aunque muy bien parece que no les va en Iraq y en Afganistán).
No debe olvidarse que las “áreas protegidas” son otro “invento” para limitar las soberanías de nuestros países.
Y tampoco debe asombrarnos que haya colonizados mentales y cipayos que desde nuestros países “se emocionen” y apoyen tan genocidas planteos.